¿Qué significa que cada niño es único?

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En Kid’s Garden Valladolid ofrecemos una educación personalizada y completa, acorde a la evolución de cada niño y a sus particulares necesidades en cada fase. Porque en Kid’s Garden Valladolid cada niño es único, y cada familia es lo primero. 

La implicación de las familias es muy importante para el desarrollo de la educación personalizada. En Kid’s Garden Valladolid consideramos que los padres son los primeros educadores de los hijos. A través de una comunicación constante y una relación fluida, en Kid’s Garden Valladolid queremos acompañar a los padres en la educación de sus hijos en sus primeros años de vida.

Una educación personalizada

La educación personalizada procura el desarrollo de las habilidades propias de cada niño, impulsando lo mejor de cada uno, desde una perspectiva global.

Por eso, el tiempo que se emplea en conocer a cada niño, interactuar con él y observarlo será una de las claves para descubrir su preferencias, aptitudes y capacidades; en definitiva, todo su potencial.

El modelo educativo que se lleva a cabo en Kid’s Garden Valladolid, pone al niño en el centro del proceso de aprendizaje; haciendo que cada niño sea el protagonista.

Los padres, los grandes artífices de la educación personalizada

El propósito de Kid’s Garden Valladolid es ayudar y acompañar a los padres en su tarea como primeros educadores.

En el día a día, y a través de una constante comunicación, las familias conocen el estado y el progreso de su hijo. Es precisamente la colaboración entre la familia y la escuela uno de los factores para favorecer la educación personalizada, que tanto ayuda al desarrollo del niño.

De un modo recurrente, a través de las entrevistas con las familias, se establecen metas para cada niño. El niño se desenvolverá en un entorno más motivador y coherente para la consecución de las mismas, cuando esa colaboración entre la escuela y la familia se da. 

Cada niño es único, también en casa

Pasar tiempo con nuestros hijos; atender sus necesidades; favorecer espacios compartidos para el ocio y para el juego, el establecimiento de esos primeros hábitos que se dan naturalmente a través de la convivencia, irán asentando en cada niño el convencimiento de que es importante, que es único.

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