En Kid’s Garden Gijón, cada niño es único

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En Kid’s Garden Gijón cada niño, es único; y cada familia, lo primero. Por eso promovemos una educación personalizada e integral en consonancia con la evolución particular de cada niño y las necesidades asociadas a cada etapa de su desarrollo. 

En este sentido es primordial el papel de la familia. Contamos con los padres como primeros educadores de sus hijos, manteniendo una relación fluida y una comunicación constante, para acompañarles en la apasionante aventura que suponen los primeros años de vida del hijo.

La educación personalizada de 0 a 3

Desde un enfoque integrador, la educación personalizada tiene como objetivo desarrollar las habilidades individuales de cada niño y potenciar lo mejor de sí mismos.

Dedicar tiempo a observarlos, conocerlos e interactuar con ellos resulta fundamental para identificar todo su potencial, preferencias, capacidades y aptitudes desde una edad temprana. 

En Kid’s Garden Gijón, adoptamos un modelo educativo en el cual cada niño es el protagonista y el centro de todo el proceso de aprendizaje. Valoramos las particularidades de cada uno, brindando un ambiente propicio para su crecimiento y desarrollo integral.

El papel de los padres en la educación personalizada

En Kid’s Garden Gijón estamos convencidos de que los padres son los primeros educadores de sus hijos, y nuestra tarea se convierte en un acompañamiento en esa labor tan importante.  

Mediante una comunicación diaria que mantenga a la familia informada sobre el progreso y las pequeñas evoluciones de su hijo a lo largo del tiempo, se construye una relación sólida entre la escuela y la familia, fundamental para asegurar el correcto desarrollo del niño.

De manera periódica, se establecen entrevistas con los padres para establecer metas comunes, tanto en el hogar como en la escuela infantil. Cuando existe una coordinación natural entre ambos entornos, el niño encontrará un ambiente más coherente y motivador para alcanzar los hitos propios de su edad. Esta colaboración cercana y constante entre la escuela y la familia crea un ambiente óptimo para el crecimiento y desarrollo del niño.

En casa también cada niño es único

El tiempo que dedicamos a nuestro hijo, brindándole atención a sus necesidades, conviviendo para modelar sus primeros hábitos, y compartiendo momentos de juego y disfrute, son semillas que siembran en su vida el convencimiento de que es un ser único y extraordinario

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